La oximetría de pulso es una forma de medir cuánto oxígeno contiene la sangre.
Gracias a un pequeño dispositivo llamado “Oxímetro de pulso” es posible medir los niveles de oxígeno en la sangre sin necesidad de pincharlo con una aguja.
El nivel de oxígeno en la sangre calculado con un oxímetro se denomina “nivel de saturación de oxígeno” (abreviado como SatO2).
Este porcentaje indica cuánto oxígeno transporta la sangre en relación al máximo que sería capaz de transportar.
El oxímetro de pulso posee una pinza incorporada para ajustarse en un dedo de la mano o del pie.
¿Cómo funciona un oxímetro de pulso?
En un oxímetro de pulso, el dispositivo emite diferentes longitudes de onda de luz a través del dedo. Está en busca de hemoglobina, una proteína de la sangre que transporta el oxígeno.
La hemoglobina absorbe diferentes cantidades y longitudes de onda de luz según el nivel de oxígeno que transporta.
El oxímetro de pulso mostrará una lectura numérica: el porcentaje que indica el nivel de saturación de oxígeno en la sangre
